La premisa principal de este proyecto fue desarrollar una casa construida en varias etapas, adaptándose al presupuesto del cliente y a un programa flexible. La casa debía ser capaz de acomodar desde una pareja de retirados hasta la familia extendida para estancias prolongadas, e incluso permitir la renta de un espacio independiente.

El despacho participó desde la selección del terreno, priorizando las vistas y la conexión directa con la restricción federal del Bosque de la Primavera. El terreno, de forma triangular, tiene su lado más largo paralelo a una pequeña barranca y la vista principal. Esta geometría determinó la disposición del programa, que se planteó en forma de L. La L abierta se orienta hacia el bosque, maximizando la apertura y las vistas naturales, mientras que se cierra hacia la vialidad y el único vecino colindante, asegurando privacidad.

La primera etapa construida comprende el área de día y los servicios principales, permitiendo que el espacio comience a utilizarse para actividades recreativas al aire libre. Para evitar estructuras de protección de herrería que interrumpieran las vistas, se diseñaron postigos que protegen la casa cuando está deshabitada y funcionan como cortinas durante la noche.

Se seleccionaron acabados de bajo mantenimiento y producidos en la región, reforzando la sostenibilidad del proyecto y su integración con el entorno local.